Por: Angeles Santiso
Cuando vi en cartelera el anuncio de “Después de casa de muñecas” pensé que ese título lo había visto ya en algún lado. Y no me equivoqué, así que voy a contarles un poco de la experiencia que tuve con dicha obra de teatro.
Buscando cómo festejar una fecha especial, decidimos ir al teatro y lo que nos atrajo de entrada de esta obra fue saber de la actuación de Cecilia Suárez: su trabajo nos ha gustado tanto en cine como en televisión, así que fue el gancho principal. Son tres actrices y un actor en escena, tod@s con grandes interpretaciones de sus personajes y, para mi gusto, la actuación de Suárez fue impecable y conmovedora. Pero lo que más me impactó fue el guion ya que, basándome en el vestuario y otros detalles, supuse que esta se desarrollaba a finales de siglo XIX o principios del XX. ¿Qué fue lo que me impactó? Pues que, en una historia situada en esa época, el guion gire en torno a una mujer que deja a su esposo e hij@s.
Todo el discurso de la obra nos podría parecer más familiar en esta época, en la que el movimiento feminista y de Derechos Humanos, han logrado avances importantes respecto al papel de las mujeres en la sociedad, la familia y la pareja. Sin embargo, aun con los avances, queda mucho camino por recorrer y “Después de casa de muñecas” nos deja grandes reflexiones al respecto.
Investigando acerca del texto, descubrí datos interesantes que les quiero compartir. El antecedente es otro libro llamado “Casa de muñecas”, escrito por Henrik Ibsen, que se representó por primera vez en diciembre de 1879. Y la historia es igualmente atractiva. Nora, la protagonista, para salvar la vida de su esposo Torvaldo, comete un acto ilícito. Cuando su esposo se entera de la situación, la humilla y la juzga por ello, dando lugar al final de la historia que tan criticado fue en su época: Nora decide dejar a su esposo e hij@s para encontrarse consigo misma.
Un dato interesante. Tal vez algun@ de ustedes haya leído el texto o haya visto alguna versión de “Casa de muñecas” llevada a la pantalla grande, incluyendo la película mexicana protagonizada por Marga López, y dirigida por Alfredo B. Crevenna. La película se estrenó en 1954 y… modificaron el final. Algun@s piensan que fue para no escandalizar a la sociedad mexicana de la época con un final que desafía los principios tan arraigados del papel de la mujer como madre y esposa. Curiosamente, esto ocurrió unos meses después de que en México se estableció que las mujeres tenemos derecho a votar y a ser votadas para ejercer cargos públicos, hecho que sucedió de 17 de octubre de 1953; además, “Casa de muñecas” ha sido considerado un escrito de corte feminista. ¿No les parece un poco incongruente que se decida cambiar el final de la película cuando a la par, ocurrió un evento tan trascendente en nuestro país?
Por último, les comento otros detalles en relación a “Después de casa de muñecas”. Esta obra fue escrita por Lucas Hnath, dramaturgo estadounidense, y se presentó por primera vez en 2017. La crítica, como suele suceder, ha sido diversa. Por un lado, están quienes consideran que las segundas partes nunca son buenas (y menos si no has escrito la obra original) y por otro, quienes piensan que es una gran propuesta teatral. The Washington Post y The New York Times la han criticado favorablemente, pero considero que al final del día, la última palabra la tiene el o la espectadora. Para mí, es una obra que me dejó con muy buen sabor de boca y, sobre todo, muy reflexiva respecto a los estereotipos femeninos. Si tienen oportunidad de verla, estará en el Teatro de los Insurgentes en julio. Yo creo que la van a disfrutar.
Referencias
Barbero, J. C. (2006). Consideraciones sobre la libertad individual en Casa de muñecas. Eleutheria, 1-11. Obtenido de Eleutheria: http://www.eleutheria.ufm.edu/ArticulosPDF/060713_Consideraciones_sobre_la_libertad_individual_en_Casa_de_munecas.pdf
Martínez, K. (s.f.). Cartelera de teatro. Obtenido de https://carteleradeteatro.mx/2018/despues-de-casa-de-munecas/