Por Verónica Estrada
Como en otras ocasiones, los acontecimientos que ocurren día a día en nuestro país, me aportan interesantes temas para reflexionar. El más reciente es la situación que vivimos por las nuevas formas de abastecer la gasolina, lo cual ha generado polémica y muchos disgustos entre algunas personas.
Hace poco me encontraba haciendo una fila para un trámite y escuché a una mujer que estaba “descontenta y afligida” porque tenía que formarse por largo tiempo para cargar gasolina y llenar el tanque de su automóvil, para que pudiera hacer sus tareas cotidianas como ir al supermercado, hacer pagos y en fin, moverse de un lado a otro en la Ciudad.
Esta situación me hizo pensar que todo eso podría hacerlo sin la necesidad de utilizar su automóvil, pues el transporte público se ha movido con la regularidad de siempre, e incluso, me atrevería a decir que hay menos tránsito por las calles y avenidas, además que se ha reportado que la contaminación atmosférica ha disminuido, lo cual resulta un efecto positivo adyacente al tema del supuesto “desabasto”.
Hablar de la contaminación ambiental, es un tema ya conocido, pero parece ser que muchxs de nosotrxs no le hemos dado la suficiente importancia. Se habla de la basura, de la importancia del reciclaje, pero parece ser que el tema del aire escapa de nuestro campo de acción, y esto no necesariamente es así.
Se considera contaminación del aire a cualquier sustancia, introducida principalmente por la actividad humana y que tiene un efecto perjudicial sobre los seres vivos y el medio ambiente. La niebla tóxica que flota por encima de las ciudades es la forma de contaminación del aire más común y evidente. No obstante, existen diferentes tipos de contaminación, visibles e invisibles, que contribuyen al calentamiento global. Algunas están asociadas a procesos naturales como las erupciones volcánicas que arrojan cantidades enormes de dióxido de azufre, el metano que proviene de fuentes como ciénagas y gases emitidos por el ganado, humo y gases de incendios naturales no provocados, tormentas de polvo, polen y esporas de plantas, responsables de muchas alergias respiratorias, por mencionar algunos.
El dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero, es el contaminante que está causando en mayor medida el calentamiento de la Tierra. Si bien todos los seres vivos emiten dióxido de carbono al respirar, éste se considera por lo general contaminante cuando se asocia con coches, aviones, centrales eléctricas y otras actividades humanas que requieren el uso de combustibles fósiles como la gasolina y el gas natural.
La contaminación del aire es un serio problema en muchas grandes ciudades del planeta. El intenso e incesante tráfico, unido a fábricas que no controlan sus emisiones, convierte el aire de ciudades de todo el mundo en auténticas nubes de smog.
Es de todxs conocido que los niveles de partículas contaminantes sobrepasan en muchos casos el límite de seguridad para la salud humana marcado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Enfermedades como cánceres de pulmón y neumopatías crónicas y agudas, entre ellas el asma, así como los accidentes cerebrovasculares y partos prematuros en mujeres embarazadas, están estrechamente relacionadas con el aire contaminado de respiramos.
Existen datos estadísticos que señalan cifras importantes respecto a los efectos en la salud que la contaminación ambiental provoca; por ejemplo, según la OMS, tan solo en el 2012 hubo 6.5 millones de personas a nivel mundial con enfermedades asociadas a la contaminación del aire, como accidentes cerebro-vasculares, cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y cardiopatías.
La acción humana irá en incremento, lo que resulta en contaminación del aire por transporte, actividad industrial, destrucción del medio ambiente y erosión de suelos, siendo así que la contaminación del aire se convertirá en la principal causa ambiental de mortalidad prematura en el mundo. Se calcula que hacia 2050 el número de muertes prematuras derivadas de la exposición a partículas suspendidas aumentará más del doble y alcanzará 3,6 millones cada año en el planeta.
Cuanto más bajos sean los niveles de contaminación del aire, mejor será la salud cardiovascular y respiratoria de la población, tanto a largo como a corto plazo y aunque la atmósfera tratará de volver a su equilibrio natural a través de la eliminación de las sustancias contaminantes, es urgente tomar medidas para que su recuperación sea más rápida, puesto que, además, sólo es capaz de recuperar dicho equilibrio cuando la contaminación es escasa o puntual, como el caso de las fuentes de contaminación naturales.
A continuación, mencionaré algunas estrategias que están a nuestro alcance y que afortunadamente ya se implementan con mayor frecuencia:
- Restricciones al tráfico, para ello en nuestros hogares fomentar el uso del transporte público en lugar de un automóvil por cada integrante de la familia.
- Cuando estemos en carreteras, reducir la velocidad, sobre todo en cinturones periféricos.
- Favorecer el uso de la bicicleta en el centro urbano o caminar si las distancias son cortas.
- Fomentar iniciativas para compartir vehículos privados.
- Cuidar el uso de aerosoles.
- Aumentar el número de zonas verdes y jardines que se encuentren a tu alcance.
- Hacer un consumo responsable de combustibles fósiles y fuentes energéticas. Ya que su uso es prácticamente inevitable, podemos tratar de que el impacto que produce sobre el planeta sea menor.
En conclusión, con todo lo anterior, solo pretendo hacer un breve repaso por este tema, a fin de recordar que aún y cuando no tenemos el control absoluto para no contaminar el aire, sí podemos tomar conciencia y continuar con algunas prácticas que son altamente benéficas para solucionar este problema, y que como siempre, la educación y el poner en práctica nuestros valores, harán una notable diferencia.
Bibliografía
Organización Mundial de la Salud, “La contaminación del aire”. Última revisión: enero 22 2019, 19:30 hrs. https://www.who.int/topics/air_pollution/es/
National Geographic, “La contaminación del aire”, 5 de septiembre de 2010. Última revisión: enero 22 de 2019, 20:00 hrs https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/la-contaminacion-del-aire
Lara Moriana “Contaminación atmosférica: causas, consecuencias y soluciones”, Actualizado: 22 mayo 2018. Última revisión: 22 de enero de 2019, 21:15 hrs. https://www.ecologiaverde.com/contaminacion-atmosferica-causas-consecuencias-y-soluciones-1247.html